El fundamento base sobre el que se desarrolla Scrum, consta de una serie de principios que pueden ser aplicados en cualquier tipo de proyecto u organización. Para poder garantizar su correcta aplicación, es necesario utilizar los lineamientos básicos del framework, es decir, los 6 principios Scrum:
Control de proceso empírico.
Scrum se basa en un proceso empírico, en el cual las decisiones se toman basadas en la observación y la experimentación obtenida durante el desarrollo del proyecto. Evita por completo una planificación inicial detallada, a partir de suposiciones y hechos que no son concretos.
El control del proceso empírico se basa en tres pilares Scrum: transparencia, inspección y adaptación.
Auto-organización.
Scrum sostiene que las personas ofrecen mucho más valor cuando se organizan por cuenta propia, dado que tienen la motivación y las herramientas para aceptar responsabilidades.
Una vez que la visión del proyecto es definida, el Equipo Scrum auto-organizado participa en la distribución y estimación de tareas, las cuales ya fueron evaluadas por el equipo a partir de su experiencia.
Cada miembro del equipo es responsable de establecer las actividades que hará. Una vez que dichas actividades se están ejecutando, el equipo interactúa para obtener ayuda u orientación adicional.
Colaboración.
La colaboración se produce cuando el equipo trabaja en conjunto para contraponer los aportes de todos, con el objetivo de producir algo más grande.
En Scrum, los miembros del equipo colaboran entre ellos y con los stakeholders para desarrollar entregables que cumplan con los objetivos del proyecto, y que proporcionen el mayor valor posible para el cliente.
Para que exista una buena comunicación, los miembros del equipo deben conocer el trabajo que los demás están llevando a cabo. Además, el trabajo debe ser distribuido en unidades, y abordado con la tecnología pertinente a la situación de cada miembro del equipo.
Priorización basada en valor.
La priorización se utiliza para determinar el orden de las actividades a realizar, en función de lo que es necesario terminar en primera instancia a fin de acelerar el proceso de desarrollo y el cumplimiento de los objetivos.
En Scrum, se utiliza la priorización basada en valor, con la finalidad de entregar un producto valioso para el cliente de manera oportuna y continua. El Product Owner es quien se encarga de organizar las actividades en el Backlog priorizado según su importancia relativa, considerando el valor de cada actividad, los riesgos y la incertidumbre que conllevan, y la dependencia entre ellas.
Time-boxing.
Scrum introduce el Time-boxing como una fijación de tiempo asignada para cada proceso y actividad a desarrollar dentro del proyecto, garantizando que el tiempo y la energía del equipo sea utilizado de manera eficiente para las actividades que lo requieren, y evitando la mejora excesiva de un elemento.
Esta práctica debe aplicarse cuidadosamente, ya que una mala asignación de tiempo puede desmotivar al equipo o causar un ambiente de tensión innecesariamente.
Desarrollo iterativo.
Scrum utiliza el desarrollo iterativo como un modelo flexible, el cual asegura que cualquier cambio que el cliente necesite durante el desarrollo, pueda ser incluido como parte del proyecto.
Resulta oportuno utilizarlo en proyectos complejos, en los que el cliente no puede definir todos los requisitos de manera concreta. Con el desarrollo iterativo, el proyecto se mantiene en elaboración progresiva, y utiliza procesos para revisar que de manera continua se estén entregando productos de valor.
El propósito de los principios Scrum es asegurar que los proyectos se desarrollen de manera efectiva, por lo que no están abiertos a discusión, ni pueden modificarse. En la gestión de proyectos, esto se traduce a confianza y transparencia al utilizar el framework de Scrum.
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