Scrum funciona a partir de una buena colaboración entre las personas, lo que significa que sus prácticas están diseñadas para trabajar en equipo, y no para que una sola persona resuelva todo el problema mientras los demás lo ejecutan. Llevar a cabo un proyecto de manera ágil implica dejar de lado la idea de que el trabajo únicamente sale bien cuando tú lo haces, porque de esta forma aumenta la cantidad de trabajo para una sola persona, y disminuye las posibilidades de obtener nuevas perspectivas.
Dicen que dos cabezas piensan mejor que una, y en los equipos de trabajo, tener dos cabezas pensando en cómo resolver sus actividades es mejor que tener a una sola pensando en todo mientras la otra se limita a actuar. Para que cada integrante del equipo pueda tomar responsabilidad sobre sus actividades y reflexionar por sí mismo en cómo resolverlas, hay que empezar por darle autonomía.
Puedes conocer más sobre el funcionamiento de Scrum, y saber cómo beneficiar a tu equipo de trabajo.
Confianza = Dotar de responsabilidad.
Para poder darle autonomía a los equipos de trabajo, primero hay que entender que no se trata de dejar que asuman la responsabilidad sin más, y esperar a que solos resuelvan todos los problemas. Dotar de responsabilidad implica generar confianza.
Cuando demuestras que confías en tu equipo de trabajo, las personas se sienten motivadas para resolver los problemas, y adquieren un propósito más allá que el de la actividad misma. Saben que tienen responsabilidad en sus manos, y que les fue otorgada porque tienen la capacidad para resolverlo, de otra forma no habrías confiado en ellos.
Dar autonomía no significa esperar que otros hagan todo.
Cada miembro del equipo es experto en su área de trabajo, por lo que tiene la capacidad para resolver las actividades dentro de su área de la mejor manera, pero esas actividades son solamente una parte del proyecto.
Para poder otorgarle la responsabilidad de un proyecto a un equipo de trabajo, hay que brindarle las herramientas y el respaldo necesario.
El equipo debe conocer los objetivos y metas, tanto de la empresa como de cada proyecto en el que está trabajando, y entender cómo es que su trabajo contribuye a alcanzar esos objetivos. De esta manera, las personas comprenden que son parte importante del equipo, y se sienten motivadas para aceptar la responsabilidad de llevar a cabo sus actividades del mejor modo posible.
Cuando existe confianza entre las personas, y claridad en lo que implica el proyecto, es más fácil tener un retorno de aprendizaje colaborativo. El equipo tiene la capacidad de reconocer los logros alcanzados, pero también de identificar los errores y las áreas de mejora para poder trabajar en ello. Un equipo de trabajo con autonomía es aquel que asume la responsabilidad en actividades propias y compartidas, ya sea para celebrar lo bueno como para aprender de lo que se puede mejorar.
Scrum plantea distintas prácticas y herramientas que son de gran utilidad para la colaboración en los equipos de trabajo. Promueve que en todo momento exista comunicación y claridad en los objetivos que se deben alcanzar, siempre en busca de entregar proyectos con alto valor para el cliente.
De hecho, una característica muy importante de llevar a cabo proyectos con Scrum, es tener equipos de trabajo autogestionados, con la capacidad de enfrentarse a conflictos y resolverlos de manera ágil y satisfactoria.
Conoce más sobre el funcionamiento de Scrum, y entérate cómo puede beneficiar a tu equipo de trabajo.
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