La elección de un marco ágil debe basarse en el contexto y necesidades específicas de cada proyecto, aquí te cuento algunas buenas prácticas de un gestor de proyectos para escoger un marco ágil adecuado.
La gestión ágil de proyectos implica un enfoque colaborativo y adaptable, para tomar una buena decisión es importante:
Comprender las necesidades del proyecto.
Antes de seleccionar un marco ágil, es importante comprender cuáles son los objetivos y requisitos del proyecto. Conoce y evalúa la complejidad del proyecto, el tamaño del equipo, las expectativas del cliente y los plazos.
Conocer los marcos ágiles disponibles.
Familiarízate con los diferentes marcos ágiles disponibles como Scrum, Kanban, Extreme Programming (XP) y otros. Cada marco tiene sus propias características y enfoques, por lo que es indispensable conocer sus fortalezas y debilidades.
Puedes conocer más sobre los marcos de trabajo mencionados en nuestros anteriores artículos, ¡date una vuelta!
Evaluar al equipo.
Entre las buenas prácticas de un gestor de proyectos para escoger el marco ágil adecuado, se encuentra el analizar la experiencia y habilidades del equipo. Algunos marcos ágiles se adaptan mejor a equipos con pocas experiencias, mientras que otros requieren de equipos más experimentados; con base en el análisis conocerás la que mejor se adapte a tus necesidades y equipo.
Conocer el tamaño y naturaleza del proyecto.
Es importante considerar el tamaño del proyecto; algunos marcos de trabajo funcionan de mejor manera cuando la duración es corta y otros se adaptan de mejor manera a proyectos más grandes y/o complejos.
Entender el grado de flexibilidad y adaptabilidad.
Busca y conoce un marco de trabajo que pueda adaptarse a los cambios y necesidades cambiantes durante el proyecto. La flexibilidad para ajustar y mejorar el proceso es esencial del entorno ágil.
Conocer la cultura organizacional.
Como gestor de proyectos debes tener en cuenta la cultura de organización, ya que escoger un marco de trabajo ágil puede requerir cambios culturales, por lo que es vital que cada uno de los involucrados estén abiertos a ese cambio y lo que conlleva.
Analizar la capacidad de aprendizaje.
Decídete por un marco de trabajo ágil que promueva el aprendizaje continuo y la mejora. Los procesos de retroalimentación y mejora continua son fundamentales para implementar un enfoque ágil.
Ofrecer formación y apoyo.
El equipo tiene que recibir la información adecuada y correcta para trabajar con el marco ágil que se seleccionó con ayuda de las buenas prácticas de un gestor de proyectos, mientras que este también proporciona apoyo y asesoramiento durante la transición y la implementación.
Iniciar gradualmente.
De ser posible, inicia gradualmente con un marco ágil en un proyecto piloto o de menor impacto. Esto te permitirá evaluar su efectividad y realizar ajustes antes de aplicarlo a proyectos más complejos o críticos.
Esto, con ayuda de una comunicación efectiva y la confianza en el equipo, son fundamentales para el éxito de la gestión ágil de proyectos.
Aunque no existe una solución única que guíe a un gestor de proyectos para escoger el marco ágil adecuado, es importante adaptar el enfoque ágil según diferentes particularidades del proyecto y el equipo involucrado.
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