Ser ágil significa tener la capacidad de ser flexible y adaptarse al cambio. Es por eso que las metodologías ágiles permiten adaptarse a las necesidades de cualquier organización.
Uno de los marcos de trabajo ágiles más utilizados en la actualidad es Scrum. Se trata de un marco de trabajo basado en la colaboración y la mejora continua. Es considerado ágil porque que utiliza principios de la metodología ágil como una mentalidad base para la gestión de proyectos.
1. Ser ágil implica adaptarse.
Trabajar de manera ágil implica desarrollar actividades de forma iterativa en búsqueda de un resultado más rápido sin perder el valor en cada entrega. En lugar de centrarse en hacer una sola entrega que al final puede no ser la mejor opción, se busca que existan entregas pequeñas de forma continua, que puedan ofrecer una visualización de avance en el proyecto, y que puedan ser evaluadas a tiempo para redireccionar en caso de ser necesario.
En este sentido, Scrum trabaja de manera ágil porque establece periodos en los que busca terminar una cantidad de trabajo previamente determinada, dividiendo en proyecto en actividades pequeñas que pueden ser entregables en un menor tiempo. En Scrum, a estas iteraciones se les denomina sprints, los cuales son planificados y desarrollados por el equipo Scrum, respaldados por los pilares de transparencia, inspección y adaptación.
Al ser ágil, Scrum permite a los equipos trabajar de forma rápida, ofreciendo la flexibilidad necesaria para responder y adaptarse ante cualquier cambio o imprevisto.
2. Ser ágil implica colaborar.
Trabajar de forma ágil implica utilizar equipos interdisciplinarios que tengan la capacidad de comunicarse y colaborar para trabajar en equipo. En lugar de trabajar de forma lineal, en la que un miembro realiza una actividad para terminar y pasarla al miembro siguiente, un equipo ágil busca trabajar en conjunto, priorizando las actividades y trabajando en ellas de forma autoorganizada.
Scrum trabaja de forma ágil porque identifica funciones en los miembros del equipo, que permiten determinar una estructura básica en la que se establecen tareas y responsabilidades. En Scrum, estos tres roles se denominan Scrum Master, Product Owner y Developer Team, y pueden ser desempeñados por cualquier miembro del equipo que tenga las habilidades necesarias.
Como resultado, al ser un marco de trabajo ágil, Scrum permite tener equipos con la capacidad y motivación necesaria para autoorganizarse, mejorar de forma continua, y colaborar entre ellos, en búsqueda de un resultado eficaz.
3. Ser ágil implica entregar valor a las personas.
Para poder trabajar de manera ágil, hay que reconocer que lo más importante son las personas. En lugar de utilizar procesos rígidos que obligan a los miembros del equipo a seguir una estructura inflexible, un equipo ágil busca encontrar en la interacción humana una oportunidad para encontrar soluciones enfocadas en el cliente.
Scrum trabaja de manera ágil porque busca que sus equipos interactúen en todo momento. Los equipos de desarrollo están conformados por expertos en distintas áreas que buscan colaborar entre ellos, bajo la guía de una persona que se encarga de ver que el equipo trabaje unido y sin complicaciones, siguiendo las actividades que otro miembro se encargó de priorizar, a partir de los requerimientos que fueron resultado de escuchar e interactuar con el cliente. Al final, todo el proceso Scrum se trata de escuchar e interactuar con las personas.
Siendo ágil, Scrum tiene la capacidad de encontrar en el cliente lo que realmente necesita, obteniendo como resultado soluciones funcionales que son de alto valor para el cliente.
Trabajar con un equipo ágil significa colaborar con personas comprometidas, con la capacidad de gestionar proyectos que buscan en primera instancia la satisfacción del cliente, y qué mejor equipo ágil que aquel que utiliza Scrum para estructurar sus proyectos de mejor manera y organizarse para obtener un mejor resultado.
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